La depresión está ampliamente estudiada clínica y neurológicamente, pero poco como fenómeno psíquico expresado en imágenes simbólicas. Se expone la rolterapia como una metodología psicoterapéutica junguiana y basada en los juegos de rol de fantasía, para el tratamiento de un paciente depresivo. El caso corresponde a un paciente hombre universitario con depresión existencial recurrente. Presentaba un fuerte complejo paterno donde prima el deber ser marcado por el exitismo, renegando sus deseos personales sociales y asistenciales. La psicoterapia fue online, quincenal y duró 6 meses. Durante el proceso, el paciente realizó 10 entregas escritas desarrollando la historia de su personaje, analizadas en sesión. En la primera entrega, el personaje tiene pocos recuerdos de su pasado, se encuentra abandonado hasta que es adoptado, pero un lado monstruoso que padece por culpa de una maldición destruye involuntariamente su familia. En el símbolo de la maldición describe el complejo paterno heredado familiarmente como algo inexorable, que tiñe su individualidad de monstruosidad sin ninguna agencia consciente para revertir la situación. Pronto comienza a relacionarse con su lado sombrío, reconectándose con su Self, que lo comienza a guiar por una historia tanto hacia su pasado como hacia su futuro, dando sentido a uno y propósito al otro. Las imágenes psíquicas que emergen corresponden al proceso de individuación junguiano: el encuentro con el ánima y finalmente con el Self, que a su vez siguen la pauta del mito del héroe, descrito por Joseph Campbell, culminando en una apoteosis y la restauración del orden del mundo, que expresa su propia transformación. Finalmente, se discute el valor de lo simbólico para la psicología del presente, cada vez más neurológica, y de su capacidad para estructurar una consciencia saludable.
Introducción
La depresión es un trastorno mental del estado de ánimo que se caracteriza por disminuir la energía psíquica y la capacidad de recobrarla. Afecta el sueño, el apetito, la fatiga, la capacidad para experimentar placer y la voluntad. La diferencia entre tristeza y depresión es de estructura: la primera es un sentimiento normal que todos debiésemos poder experimentar y luego volver a nuestro estado basal; la segunda es un trastorno en donde el sentimiento negativo persiste por sobre nuestro estado basal. En el trastorno depresivo, los receptores de neurotransmisores que provocan estados de placer y bienestar se atrofian por desuso, dificultando o imposibilitando sentir emociones positivas sin ayuda farmacológica. Durante este estado, el estado de ánimo negativo influye en la conciencia manteniendo las ideas depresivas que lo condujeron a la depresión, fortaleciendo la resistencia a romper la inercia depresiva.
La rolterapia es una metodología de tratamiento desarrollada sobre la psicología profunda. Esta se fundamenta en la noción de una estructura inconsciente, opuesta o complementaria a la consciencia. De ella surgirían símbolos cargados de significado capaz de reestructurar la conciencia. Por ejemplo, los sueños, que contienen ideas o emociones en símbolos codificados cargados de sentido, que la consciencia no ha integrado todavía. También la creatividad surge desde lo inconsciente, pero es voluntaria. La rolterapia utiliza la capacidad creativa de lo inconsciente para construir un nuevo sentido que aporte bienestar, sin luchar directamente con la actitud consciente que provoca la resistencia.
Para conseguir este objetivo, se enfoca la creatividad en la construcción de un personaje ficticio en el que se proyecta la totalidad psíquica, consciente e inconsciente. A lo largo del proceso, la evolución del personaje expresa el dinamismo psíquico del paciente, a través de metáforas que encarnan sus complejos y los símbolos estructurantes.
En este artículo se presentará el caso un paciente de psicoterapia clínica individual que fue atendido utilizando la metodología de la rolterapia. Se comenzará por describir al paciente, el contexto terapéutico y su situación desde el lenguaje clínico. Posteriormente se desarrollará el proceso de trabajo creativo, que muestra cómo las imágenes que fue construyendo tienen una relación de sentido con su situación vital, dándole forma a sus sentimientos a través de un lenguaje simbólico y metafórico, que a su vez va recobrando la capacidad para experimentar bienestar y volver a un estado de ánimo neutro.
Marco teórico
Psicología junguiana
El marco de referencia dentro de la psicología profunda es la psicología junguiana. Ella defiende la idea de un inconsciente oculto en la psique, dividido en dos estructuras. El primero es el inconsciente personal, donde van a parar los elementos psíquicos que la conciencia no puede integrar. Estos elementos son emocionalmente conflictivos para la consciencia y se organizan en complejos de tono afectivo, en torno a una semántica común relacionada con el conflicto psíquico. Cada complejo posee su propia autonomía y finalidad. El Ego y la consciencia se comportan como un complejo dominante, autónomo y con su propia voluntad; lo que reconocemos como nuestra identidad. Sin embargo, cuando se activa un complejo, estos toman el control y actúan con sus propias pautas.
La segunda estructura es el inconsciente colectivo, que contiene los patrones de conducta y de pensamiento que delimitan las posibilidades de lo psíquico, del mismo modo que la genética determina las posibilidades de lo físico. Estos patrones de conducta son llamados arquetipos y nunca se expresan directamente, pues son formas sin contenido, o conjuntos de posibilidades. Los arquetipos provocan emociones intensas y tienen una finalidad constructiva para la psique, del mismo modo que los instintos tienen una función biológica. Por ejemplo, el arquetipo materno nos permite reconocer a nuestra madre y sentirnos protegidos por ella, aprendiendo a confiar en la vida y desarrollarnos psíquicamente. El complejo, por otro lado, estanca la imagen del arquetipo en una forma que haya resultado conflictiva o traumática para el individuo, alienándolo de la capacidad sanadora del arquetipo.
Es a través del sueño o del trabajo creativo que lo inconsciente crea material simbólico capaz de compensar la limitación de la consciencia. Por su parte, la consciencia requiere realizar un esfuerzo por elaborar el símbolo, asimilando tanto la imagen como su significado a fin de poder transformarse, crecer o sanar. La capacidad de desarrollarnos desde la elaboración simbólica es la función trascendente de la psique.
La depresión, en este marco, puede entenderse como una situación psíquica donde un complejo de tono afectivo ha tomado el control parcial de la consciencia, encerrando al Ego en un lugar oscuro mientras el complejo rige como un tirano abúlico y desesperanzado, incapaz de creer que se puede hacer nada por estar mejor.
La rolterapia
Lo inconsciente colectivo es el mapa arquetípico que diagrama la vida psíquica posible. Jung describió cuatro arquetipos fundamentales en este mapa.
El primero es la persona, que representa la cara del Ego hacia el mundo exterior, lo socialmente aceptado, con sus roles sociales, su cuerpo y la identidad con la que se identifica al principio en su vida. Inicialmente es superficial y construida neuróticamente desde la necesidad del entorno, pero a medida que se integran los contenidos más profundos, va integrando los elementos psíquicos de la personalidad interior, mostrándose como la máscara de lo que realmente somos.
La Sombra es el arquetipo que expresa el inconsciente personal, que personifica nuestros complejos, lo que hemos descartado de la consciencia, o lo que se opone conflictivamente a ella como un antagonista. El ánima o ánimus, que es el principio unificador de la psique. Ánima es el inconsciente femenino del hombre, ánimus el inconsciente masculino de la mujer, cada uno se presenta como aquello de lo que la consciencia carece pero también como lo más amado y que conduce a la integración psicológica. Así como la sombra se manifiesta como conflicto, éstos se personifican como figuras que conducen hacia la integración psíquica, como una función amorosa. Por último, el Sí-mismo o Self, que representa la totalidad psíquica integrada entre consciencia e inconsciente. Es el arquetipo central, que regula la vida psíquica hacia un óptimo vital. Representa la máxima aspiración en el desarrollo psíquico. La vivencia del Self es equiparable a la experiencia religiosa. El Ego y el Self forman un eje de dependencia, como entre la tierra y el sol, o entre el hombre y dios. En la medida en que el eje esté libre de complejos, el Ego se nutre de los símbolos reguladores del Self que lo estructuran y lo acercan a la totalidad.
El viaje del Ego hacia encuentro de los arquetipos fundamentales es llamado proceso de individuación, por crear un individuo psicológico, y está representado en el arquetipo del héroe. Éste suma y compendia todos los arquetipos, siendo el héroe la personificación del Ego, que sale al encuentro del antagonista (la Sombra), en búsqueda de un ser amado (ánima o ánimus) y guiado por fuerzas benéficas como maestros, ayudas sobrenaturales, objetos mágicos y transformaciones apoteósicas (símbolos del Self).
El arquetipo del héroe posee una serie de instancias estructurales y dinámicas, propios de cualquier proceso vital o de aprendizaje: un nacimiento en un lugar edénico, una caída de ese sitio que suele ser traumática o vinculada al futuro antagonista, una preparación o entrenamiento, un viaje lleno de pruebas contra algo peligroso y en búsqueda de algo valioso, una transformación apoteósica al encontrar lo valioso, y un regreso donde se reestablece el orden alrededor del héroe.
La rolterapia utiliza la estructura del arquetipo del héroe para guiar al paciente la construcción de un personaje que lo simbolice. Los complejos, resistencias y la distancia entre el Ego y el Self dificultan este proceso, por lo que la creación puede ser paulatina. Sin la guía terapéutica, los personajes tienden a ser más planos, carentes de conflicto, inspirados por estereotipos de la conciencia colectiva. Con el conocimiento de la rolterapia y la guía terapéutica, el personaje es mediado a través de una entrevista en profundidad. Las preguntas incitan al paciente a la introspección, a crear nuevos símbolos, que personifican, simbolizan y finalmente dan estructura a la conciencia.
La rolterapia también se nutre del juego de rol, donde el paciente interpreta su personaje como en un teatro de la mente improvisado. Puede ser en grupo o individualmente. Es dirigido por un director, que presenta un escenario ficticio donde el jugador interpreta a su personaje y describe sus acciones. El resultado es una experiencia imaginativa en la que dos o más personas viven una aventura. La rolterapia puede ocupar el juego de rol de forma intencionada, llamado juego de rol proyectivo, con la intención de generar vivencias y experiencias que desbloqueen emocionalmente al paciente y ayuden en el desarrollo del personaje. Sin embargo, el paciente también puede ocupar su personaje libremente jugando rol con su propio grupo de amigos, de lo que también puede obtener valiosas experiencias.
Metodología
La metodología utilizada es el análisis de un caso clínico único.
Se realizó un trabajo de psicoterapia con un paciente hombre, estudiante universitario de una carrera de las ciencias sociales, en sus mediados 20 años. Se trabajó durante 6 meses, con sesiones quincenales de una hora, mediante atenciones online. Él conocía la rolterapia por medio de las redes sociales y voluntariamente quiso participar de esta herramienta. Además, de manera voluntaria, expresó su consentimiento para divulgar el caso por medios académicos.
Durante la sesión se discutía y conversaba sobre los avances realizados sobre su personaje. Entre semanas, el paciente editaba su relato y añadía nueva información, que enviaba al terapeuta antes de la sesión.
En algunas ocasiones se invitaba al paciente a realizar asociaciones entre el personaje y él, lo que podía ayudar a esclarecer algunas metáforas inventadas en el personaje. Pero lo más usual es que el solo proceso creativo bastara para generar bienestar, puesto que el significado del relato hablaba por sí mismo. Esto describe a un tipo de paciente con una actitud simbólica, que reconoce el valor metafórico de la imagen para entenderse a sí mismo.
Resultados
Descripción del caso
El paciente es hombre, de 26 años, estudiante de posgrado en ciencias sociales. Se encuentra en proceso de elaboración de su tesis de magíster, relacionada al área social asistencial. El proceso de tesis le provoca mucha angustia e ideas suicidas, entre otros síntomas depresivos como abulia, anhedonia y problemas de sueño. Esto lo motiva a tomar la terapia.
Vive con su padre que es profesor universitario, su madre que es ama de casa y su hermana menor (23) que estudió una carrera social. Desde niño presentó dificultades para socializar, aislamiento y pertenencia a grupos muy pequeños. Durante la adolescencia, sus padres se separan, tuvo aún más dificultades para relacionarse con sus pares, y sufre una depresión que le impide ir al colegio.
Al entrar a la universidad, mejora su ánimo, mantiene una relación de pareja durante toda la carrera. A los 21 años, en mitad de los estudios de pregrado, tuvo un proceso psicoterapéutico por quiebres relacionales y problemas médicos de su padre, que demandaba muchos cuidados.
Al egresar, comienza un trabajo en un área relacionada a la consultoría, bien posicionada y pagada. Sin embargo, su vocación tendía hacia lo social y lo asistencial. Poco a poco, en la terapia, relata un clima familiar estricto y práctico en cuanto a lo que significa un buen trabajo, lo que chocaba directamente con su interés vocacional. Después de muchas sesiones, con gran dificultad, revela que su padre representa una figura de autoridad social.
Formulación Diagnóstica
Los síntomas depresivos están relacionados a una historia marcada por el estricto “deber ser” de la cultura familiar y el aislamiento. Las dificultades para relacionarse comienzan desde muy temprano. Probablemente, marcado por un apego evitativo y figuras paternas distantes y exigentes. En este contexto, la aprobación y el afecto vienen al cumplir la expectativa externa, mientras que todo lo demás implica una reprobación (es decir, lo propio es reprobable).
Esta tensión se puede expresar como una Persona sobre adaptada a las exigencias externas, mientras que en la Sombra se ocultan sus deseos personales, su vocación, junto con todas las fantasías nefastas asociadas a cumplir sus propios deseos.
Puede expresarse también como un complejo paterno a la vez exigente y castigador, que por un lado demanda una determinada forma de ser y por otro castiga cualquier desviación con desaprobación y frialdad. La tesis hecha en un tema vocacional representa esta dualidad: el miedo al fracaso y la desaprobación no solo por lo académico, sino por haber elegido un tema propio.
Lo exigido está relacionado al éxito socioeconómico, mientras que lo vocacional es asistencial y social. El deseo propio está puesto en la alteridad, en la amistad, el amor, la ayuda al prójimo; deseos truncados a lo largo de su vida.
La situación plantea una depresión existencial, en tanto no puede tener sentido ni compañía al mismo tiempo. Si elige el éxito, sacrifica el sentido; si elige la vocación, sacrifica la aprobación de su familia.
El evento de la tesis fue solo el gatillante de un complejo que viene formándose desde la infancia, y que se ha activado varias veces a lo largo de su vida. Para elaborarlo, hará falta tomar conciencia del complejo que somete todo deseo personal a un castigo, que será el trabajo más arduo, para después reconocer su propio deseo e incorporarlo a la conciencia.
En este proceso, irán aflorando muchos elementos psíquicos constelados dentro del complejo mencionado, que han de irse elaborando a medida que progresa la terapia.
Proceso terapéutico
En este apartado se irá describiendo el material entregado por el paciente, entre los meses de febrero y agosto del 2024, tiempo durante el que transcurrió la terapia. Las entregas están ordenadas por fecha.
Los nombres de los personajes que aparecen por primera vez están escritos en mayúscula, destacando su relevancia como símbolos.
Tras la descripción de los nuevos avances en la creación del relato, irá entre paréntesis el comentario analítico, que explica el desarrollo del paciente a través del personaje.
23.02.2024
Bosquejo del personaje: joven híbrido de tritón y humano, honorable y justo, que busca el colmillo del Emperador del Mar para anular un maleficio. Luce como humano y los rasgos de tritón aparecen ante el peligro o alteración emocional.
Historia: El mundo tiene varios dioses y cada uno tiene un campeón, que actúa como su avatar en el mundo, siendo el vínculo entre dioses y hombres.
La diosa THASSA cuida el océano. Al principio, el mar era regido por voraces GUERREROS ABISALES. Thassa los derrota y crea con sus restos la TROMPETA ABISAL, con la que dominaría los mares y a sus criaturas. KIRORA era su campeona, perteneciente a la raza tritón.
La diosa EPHARA, de la civilización, que quería dominar a los demás dioses, convence a KIRORA de que su diosa quería dominar el mundo terrestre inundando todo.
Kirora roba la trompeta abisal y desafía a la diosa marina, pero ésta la vence y encierra en la Cárcel Abisal, en medio de una gran guerra y rebelión.
En castigo, Thassa impregna una maldición a los tritones que los aliena de su racionalidad e identidad. Vincularía a un Guerrero Abisal con el alma de cada tritón, que tomaría control de su huésped.
(El castigo de Thassa parece excesivo y mal dirigido hacia sus hijos, cuando fue la diosa de la civilización quien los engañó. Además, la diosa aquí peca de ignorar el mal mayor, que es el engaño de la diosa enemiga).
El pasado es tormentoso y estruendoso, pero Gerson no lo recuerda. Un día despierta fuera del océano y sobrevive escondido en un bosque junto a un lago, alimentándose mediante la pesca.
Sueña sumergirse en el océano, encontrarse con un ser similar a él, pero tritón. No logra alcanzarle la mano. Se pierde en la oscuridad abisal. Luego es devorado por unas fauces enormes.
Espía al niño humano llamado MADIAN, hasta que es encontrado por él. Lo bautiza como GERSON (peregrino, que mora temporalmente). Al encuentro con él, su cuerpo se vuelve humano. Es adoptado por la familia de Madian. Un día de luna llena, la hermana de Madian observa como Gerson se transforma en tritón, lo acusa y el pueblo lo intenta inmolar en una hoguera. Pierde el conocimiento y es poseído por el Guerrero Abisal, TESTALON, un guerrero tiburón, que mata a todos. Madian sobrevive y al ver a Gerson le manifiesta todo el odio que le tiene. Gerson se marcha desolado.
(El héroe protagonista tiene una identidad doble, una natural y otra sobrenatural, como tritón y como humano. Esto es propio del arquetipo, pues el héroe como Self es una síntesis entre lo consciente e inconsciente. Sin embargo, lo inconsciente representado en el lado tritón solo emerge destructiva e involuntariamente. La explicación de este hecho se esconde en el símbolo de la maldición.
(La maldición representa un patrón familiar que describe como lo divino inconsciente se separa de la conciencia mortal a raíz de un error. El lado mortal que cree hacer lo correcto y se rebela ante lo divino, sufre un castigo desmedido. Este evento ejemplifica el complejo paterno, encarnado en la diosa Thassa. De aquí en adelante, lo divino y lo consciente se encuentran separados.
(El pasado completo del propio personaje se encuentra reprimido, lo que revela un conflicto durante toda la infancia, relacionado con la soledad y el desamparo. En Madian, se reconoce que desea la compañía familiar, pero sus sentimientos inconscientes desatados lo conducen nuevamente al aislamiento y a esta vez también a la culpa.
(Personifica su aspecto sombrío y destructivo en Testalon. Esta figura nace casi completamente devaluada en la categoría de monstruo, salvo porque es un “guerrero” abisal, y no simplemente un monstruo. Como guerrero puede tener una historia y una identidad no explorada.
(El estado en que comienza la historia es de sufrimiento, lo que expresa el estado de la conciencia; lamentándose por la “maldición” de sufrir por un patrón familiar, que lo ha llevado a tener una vida aislada, a alejar él mismo a quienes ama y a cargar con esa culpa sin un sentido claro. Una descripción fenomenológica y profunda de su sensación depresiva.
26.02.2024
Antes de Thassa, el REY LEVIATÁN regía los mares como un dios maligno. Ahora, un nuevo enemigo desconocido recuperaría su corona y buscaría proclamarse Dios del mar.
Testalon fue un humano. Antes de morir ahogado, experimentó una profunda ira por la pérdida de sus seres queridos. El Rey Leviatán lo convirtió en guerrero abisal, junto a otros 4 guerreros, que representan la tristeza, el miedo, la ambición y el desamor.
(En este punto se reconoce a los guerreros abisales como la personificación de la Sombra. Esta se ve humanizada, al transformar a Testalon en un humano con una muerte trágica, consumido por la ira. En este esfuerzo se permite comprender las emociones que antes se apoderaban de él. Lo mismo hace con las otras emociones descritas.
(Al tomar conciencia de Testalon, deja de representar la Sombra, tomando su lugar un nuevo sistema de símbolos: el Rey Leviatán como sombra arquetípica, la representación del mal absoluto que creó a los guerreros abisales, y un nuevo enemigo que lo encarna, a través del uso de su corona)
Los siguientes hechos narrados a continuación surgieron de sesiones de juego de rol, en las que participaron amigos cercanos del participante: tras errar de pueblo en pueblo, Gerson encuentra a otros aventureros “desadaptados”. Con ellos formaría una fuerte amistad y compartiría aventuras. Tendría contacto directo con la diosa Thassa, cumpliendo misiones para ella, buscando su redención por haber matado a la aldea de pescadores. Con ellos viajaría al océano y conocería a la raza tritón. En sus misiones, actuaría como un guerrero valioso hasta convertirse en el actual campeón de la diosa Thassa. Aquí terminan los hechos vividos en el juego.
(En el vínculo y la amistad surgidos en el juego de rol con otras personas como él, el Ego al fin comienza a sanar. Reconoce su fortaleza como guerrero y se conoce a sí mismo. Sin embargo, sigue idealizando a la figura de Thassa. Esto equivale a identificarse con el complejo, lo que lo vuelve ego-sintónico. Expresado de otra manera, el Ego es ahora el nuevo campeón de la diosa: está al servicio del complejo).
Gerson y otros tritones forman un grupo rescatista. El apogeo de esta etapa es la TORTUGA-CASA, un refugio construido sobre una tortuga gigante y anfibia, llena de salones, reliquias de viajeros, huéspedes y amigos. La paz que encuentra aquí le permite amistarse con Testalon, quien le cuenta su historia y de los otros guerreros abisales.
En ese punto, 3 guerreros abisales (la pena, la ambición y el miedo), son enviados a buscar a Testalon, arrancándolo de Gerson. En el proceso, la tortuga-casa es destruida. Sin embargo, Gerson y Testalon estaban más integrados, por lo que al arrancarle su espíritu, solo le arrancan la mitad, que se vuelve una entidad diferente, llamada RASHARK. Testalon continúa dentro de Gerson como guía para enfrentar a los Guerreros Abisales.
(La renovada energía del Ego lo lleva a descubrir un propósito, relacionada a la vocación asistencial de ayudar a otros y atesorando esos encuentros. También le permiten conocer más su lado sombrío, vinculándose con Testalon. Sin embargo, el encuentro con la Sombra deja ver sus consecuencias peligrosas. Las emociones negativas vuelven a inundar la consciencia y a sumirla en el estado depresivo. No obstante, la consciencia conserva lo aprendido de Testalon: su fuerza y la conexión consigo mismo. La ira destructiva vuelve al inconsciente a través del símbolo de Rashark).
17.03.2024
La entidad oscura que desafía a Thassa y posee la corona del Rey Leviatán es nombrada RASHYK.
Tras destruir la Casa-Tortuga y arrancarle la parte de Rashark, Gerson es encerrado en la Cárcel Abisal, junto a Kirora. En la cárcel, un terrible veneno atormenta con las propias culpas. Sueña estar en una Casa-Tortuga “maltratada, sucia y oscura”. Encuentra recuerdos incompletos o deteriorados. Los guerreros abisales lo atormentan en forma de espectros. En el viaje onírico lo acompaña Testalon, y gracias a él logra despertar de la pesadilla.
(El motivo del descenso al abismo, también llamado catábasis, o nigredo en el lenguaje alquímico, es el inicio del proceso de transformación. Un estado de muerte simbólica del Ego que promete una resurrección transformadora. Psicológicamente, es el encuentro directo con la Sombra, que en este caso está representada por la culpa como emoción principal. Los guerreros abisales cumplen la función del atormentarlo, como Erynias de la mitología griega. La casa-tortuga, que representaba un estado de conexión con su Self, ahora se presenta como algo perdido y destruido. La imagen describe la sensación de pérdida y desconexión, pero no hay una imagen clara de aquello que le provoca culpa.
(Lo que salva al Ego de volver al estado depresivo inicial es la guía de Testalon, que representa la restauración del eje entre el Ego y el Self. Testalon es ahora su maestro interior, la ayuda sobrenatural, una capacidad autorreguladora de su psique.
(Lo que todavía no termina de integrar es el complejo paterno; en este punto, ha sufrido el mismo destino que su predecesora Kirora, al ser encerrado en la Cárcel Abisal. Thassa, que representa el complejo paterno, sigue siendo idealizada como diosa. Por este motivo, pese a haber encontrado cierta fuerza y sentido, ha vuelto a ser tomado por el complejo).
Hasta aquí, Kirora había sido encerrada por rebelarse contra su diosa, producto del engaño de la diosa de la civilización. Luego, se narra la siguiente historia: Kirora amaba a un hombre, con quien tenía familia. Thassa, furiosa al creer que su campeona dejaba de lado sus deberes, borraría la memoria de su esposo e hijo, que ya no la reconocerían. Kirora sigue cuidando de ellos y Thassa se venga encerrándola en el abismo. El desamor de Kirora está representado en Nadya. Gerson y Testalon la derrotan.
(El complejo paterno egosintónico, que representa la diosa idealizada Thassa, comienza a hacerse consciente como sombrío, en su faceta vengativa, ambiciosa y carente de amor, como demuestra hacia Kirora.
(Nadya, por otro lado, se decide como una figura sombría del desamor, a la que enfrenta para salvar a Kirora: ella es la princesa capturada por el dragón, el ánima encerrada en la Sombra. En este caso, el ánima es el deseo de amor familiar, truncado por el autoritarismo del complejo paterno.
(Kirora es el ánima que enseña al Ego que el amor familiar es el más valorado. Desenmascara el complejo paterno oculto en la autoridad de Thassa, que sigue siendo divina pero ya no idealizada.
Kirora queda libre, pero no sobrevive a la presión de la superficie. Comprende el mal que le provocó a Gerson por la maldición. Le comenta sobre su madre, que perdió un hijo antes que naciera. Ese hijo fue el Testalon humano.
(El sacrificio de Kirora cumple una doble función: por un lado, representa un primer paso en deshacer la maldición de los tritones. Por otro, como función del ánima, lo conecta con su pasado fragmentado y reprimido, transformando a Testalon en una figura cercana a su conciencia, en cuanto es ahora su hermano. Gerson y Testalon, como humano y tritón, se vuelven una dualidad unificada. El encuentro con el ánima abre la conciencia a la dimensión de alteridad, donde el Ego y el Otro están presentes).
19.04.2024
En esta entrega, la diosa Thassa se deshace de su forma de diosa anciana, se disuelve en agua y Gerson la junta en un odre. El desequilibrio de los mares es fuerte a favor de Rashyk. Gerson se lamenta su debilidad para enfrentar al brujo.
Se encuentra con el Emperador del Mar, que le dice: “A veces hay que seguir viviendo, aunque el temor nos consuma. Con el amor de tus amigos has derrotado el dolor y la soledad. Recuerda que ya has tocado el abismo del mar y vuelto”. Le hace recordar su pasado y le entrega un Colmillo Sagrado, aunque solo quien ha vencido sus miedos puede usarlo.
Más adelante, comienza a recordar su historia personal. Tritones monstruosos atacaron a Gerson y su madre cuando era un infante. Ella lo esconde, pero los tritones lo encuentran y lo matan. La voz del brujo Rashyk le ofrece una segunda oportunidad para vivir, a cambio de algo que no recuerda.
(El complejo paterno se vuelve consciente, representado en la disolución de la diosa y en el acto de contenerla en el odre. Sin embargo, el proceso de integrar la sombra continúa, revelándose otro problema más profundo.
(El complejo paterno egosintónico cumplía una función defensiva, manteniendo a raya un conflicto mayor: el encuentro con la Sombra arquetípica, representada en las fuerzas del Rey Leviatán y el brujo Rashyk, que encarnan las emociones negativas a través de los guerreros abisales. La conexión entre la Sombra arquetípica y la consciencia sigue utilizando el símbolo de la Maldición. La Maldición es una forma de representar un conflicto familiar que recae en el individuo. Pero en este momento la forma de la Maldición cambia: al comienzo recae sobre toda la raza de los tritones, siendo una víctima o un agente pasivo del conflicto. Ahora, el Ego se hace responsable del conflicto: esto es lo que representa, entre otras cosas, Gerson haciendo el pacto con Rashyk para volver a la vida.
(La maldición ahora viene con la cura: el recuerdo de haber muerto y revivido. Es decir, la muerte ya no se presenta como una amenaza definitiva, pues ya la ha superado antes. El desamor tampoco lo ha sobrepasado, pues sus amistades lo han ayudado.
(El Emperador del Mar representa el instinto ordenador del Self en su forma más divina y total. Al decir “hay que seguir viviendo”, plantea la vida como una decisión consciente, una elección. La personificación del Self compensa el encuentro con la sombra arquetípica, el mal absoluto, que es el Rey Leviatán. Frente a él, solo se puede elegir vivir, es la fuerza consciente representada en el Colmillo del Emperador del Mar. Pero el Self también demanda un estado de conciencia ausente de miedos).
30.05.2024
Se generan algunos cambios. Primero, un cambio de nombres: Rashark antes era la parte monstruosa de Testalon, ahora es el brujo que porta la corona del Rey Leviatán, antes llamado Rashyk.
Segundo, introduce una escena que ocurre después de ser atacado por los guerreros abisales, pero antes de despertar en la Cárcel Abisal, que se describe a continuación.
Gerson despierta en un templo. Había sido salvado por un nuevo personaje: OLINTA, una mujer tritón que formaba parte de su equipo de rescatistas. Con ella van a buscar a la diosa del mar, pero ya había sido derrotada por el brujo Rashark. Olinta lo guía hacia ZIRIS, una sacerdotisa y médium poco amiga de la diosa, que vivía marginada porque una vez escuchó las voces del Rey Leviatán y vio lo que iba a ocurrir, siendo castigada por ello.
(En esta nueva edición, el arquetipo del ánima se desarrolla con más fuerza. Primero, en la figura de Olinta, encarnando la capacidad de sanar y guiar; luego hacia Ziris, en la función clásica del arquetipo, como una psicopompo que conecta el Ego con el Self, pero que se encontraba siendo reprimido por el complejo paterno representado en Thassa).
Ziris accedía a las visiones a través de gases volcánicos submarinos y le ofrece a Gerson el poder acceder a ellos. En el trance, Gerson revive el sueño inicial donde es devorado por unas fauces enormes en el oscuro abismo marino. Esta vez tiene coraje y al ser devorado, una luz en el interior toma la forma de una serpiente marina gigante que lo ayuda.
Ziris sufre por sus viejas visiones sobre el Rey Leviatán, hasta morir en una horrible locura ocasionada por este ser. Antes de morir, deja a Gerson un mensaje que lo guiaría hacia Kirora en la cárcel abisal.
Al llegar a la cárcel abisal, encuentra a la diosa Thassa encerrada por el brujo Rashark. Ella ayuda a Gerson a entrar en la mente de Kirora y liberarla, convirtiéndose al final en agua que guarda en un odre.
(En la versión anterior, el Ego despertaba directamente en la Cárcel Abisal y era atormentado. Ahora es él quien desciende directamente, lo que demuestra un Ego con mucha más agencia.
(El ánima se manifiesta en una progresión numérica: primero Olinta, luego Ziris y al final Thassa. A través de estas tres, logra rescatar a Kirora. Las tres primeras forman una diosa triple, representando una totalidad femenina interior: la niña, la mujer y la anciana. Olinta, como joven igual que él, representa el ánima en la consciencia, integrada al igual que Testalon. Ziris, Thassa y Kirora representan el ánima como arquetipo, que vuelven a lo inconsciente al morir, pero luego de haber resuelto el complejo paterno y el patrón familiar).
24.06.2024
Añade un trasfondo y nombre al lado humano de Testalon: Lorian. Un honrado guerrero y buscador de reliquias. Había encontrado una que le permitía tener audiencia con el Rey Leviatán, pero le roban ese tesoro y es asesinado junto a su familia. La ira por la pérdida y el mérito de hallar la reliquia le confieren ser transformado en Testalon, por el Rey Leviatán. Lorian/Testalon es abrazado por Gerson, reconociéndolo como un hermano. Junto a Olinta, los tres prometen enfrentar a Rashark.
(Los símbolos integrados en la consciencia continúan diferenciándose de lo inconsciente, adquiriendo ambas dimensiones del arquetipo, la buena y la mala. El símbolo de Lorian-Testalon surge del proceso arquetípico de nacimiento-muerte-resurrección. En este símbolo es proyectada la experiencia del Ego, que todavía no tiene una historia esclarecida. Lorian tenía una vida humana en familia, lo que sabemos que desea el Ego del paciente. Al perder a su familia y quedar solo, lo inunda la ira, que lo transforma en el monstruo Testalon. Este estado de muerte y estancamiento, que sufre tanto el Ego como su alter-ego, queda finalmente explicado. Lo monstruoso, la ira, los sentimientos que estaban en la Sombra, son empatizados por la conciencia. Ellos emergen por el dolor natural de estar solo. Esta empatía está representada en el abrazo entre los hermanos. Queda pendiente el proceso final de resurrección y transformación, que corresponde al estado de apoteosis del héroe).
La historia de Kirora cambia. Ahora sería influida por la diosa de la civilización, Ephara, ofreciéndole una vida humana con su familia. Luego es encerrada por Thassa en la cárcel abisal. Cuando se encuentra con Gerson, le reconoce que “aceptar la situación de las cosas es sin duda la batalla más difícil”, por aferrarse a su familia terminó perdiendo todo.
(Al igual que con Testalon, la figura de Kirora también se humaniza. Kirora es un personaje que describe el mito de la Maldición, que es un complejo fundamental en la historia. El simbolismo en el relato de Kirora es un intento de darle sentido a la experiencia de la maldición que conduce a la angustia existencial por la orfandad, el desamparo o el abandono.
(En esta edición, Kirora deja de ser completamente víctima del engaño de una diosa y de la crueldad de otra. Asume parte de la responsabilidad, al dejarse llevar por el deseo de formar una familia, dejándose engañar por ello, aunque luego sea cruelmente castigada. Igualmente, como se verá más abajo, Thassa es humanizada, dejando de ser una diosa. Fue también una humana, elegida como campeona de un “dios” marino anterior, que hizo bien al encerrar el Rey Leviatán, pero luego cayó en la inflación, encerrando también al Emperador del Mar. Esto sugiere una importante evolución del complejo, pues deja de ser necesaria la defensa de la idealización, acercando la imagen a la conciencia.
(La Maldición la representa inicialmente Thassa, Kirora y Ephara -una diosa, su campeona y un trickster embaucador-. En tanto figuras divinas representan un conflicto eterno, propio de lo inconsciente e ineludible. Al humanizar estos símbolos, los generadores de la Maldición se vuelven figuras duales; divinas y terrenales, que enfrentan las consecuencias de sus decisiones. La maldición misma se humaniza y pierde su esencia como conflicto inmanente al nacimiento, a la manera de un pecado original o de un destino inevitable. Esta resignificación de la Maldición abre una puerta a la conciencia: si lo que sufrió su ascendencia fue a partir de las consecuencias de sus actos, entonces también puede modificar su destino).
Al encontrarse con el Emperador del Mar, devora a Gerson y le cuenta la historia del mundo desde su interior: al principio existían fuerzas primigenias llamadas Encarnados, que crearon a las criaturas del mundo. La magia primordial se llama Vínculo, por la conexión entre los Encarnados y los creados. Los seres creados con mayor Vínculo fueron los primeros campeones, que con el tiempo se volvieron dioses. Los Encarnados fueron los primeros en luchar entre sí por dominio sobre el mundo, transmitiendo este conflicto a sus campeones.
(Se observa en este párrafo la creación de una cosmogonía, como un intento del Self por darle un sentido al mundo en general, no solo a sí mismo. Pone al “vínculo” como el valor primordial, igual que hace la mitología griega poniendo el principio del Eros junto a Gea y Tártaro. En este orden, existen fuerzas primigenias divinas en conflicto unas con otras, conflicto que es traspasado a los mortales. Esto equivale a entender la conciencia como un estrato psíquico dependiente de una naturaleza anterior a ella, como son los instintos y los arquetipos del inconsciente colectivo. Integrando las palabras de Kirora, es una realidad por aceptar; integrando el mensaje de Olinta, siempre se puede elegir frente la adversidad).
El Rey Leviatán fue encerrado por Thassa, la campeona de los mares, con la ayuda del Emperador del Mar. Pero después ella misma encerró al Emperador del Mar en la Cárcel Abisal. Al ser encerrado, crea la BOCA DE LA SERPIENTE junto a la cárcel abisal. Este lugar es un ecosistema o cementerio, donde la esencia de los que han muerto persisten y donde todo es posible. También actúa como un umbral protector que mantiene a raya el abismo marino y sus maleficios. La ciudad natal de Olinta protege la Boca de la Serpiente, que no ha terminado de ser explorada.
(En este simbolismo se continúa elaborando la naturaleza de lo psíquico. La Boca de la Serpiente es como el inconsciente colectivo, de infinitas posibilidades, a las que se accede por gracia del ánima que nos conecta con ese mundo interno. Nadie muere totalmente, sino que forma parte de este lugar. El Emperador del Mar es el Self que crea a través de esta Boca de Serpiente la conexión con el Ego, pero hasta ahora estaba desconectado.
(El encuentro con el Emperador del Mar es lo más semejante a una epifanía religiosa, un entendimiento del sí mismo más profundo, desde donde se obtiene claridad y sentido. Como se observa, no siempre es una iluminación en un sentido de belleza y felicidad. Este encuentro muestra lo que no se había podido ver antes. Su sufrimiento es producto de un error humano, cometido por quienes estuvieron antes que él: la Thassa-humana en este caso, pero no una fuerza sobrenatural inevitable como era la Thassa divina.
(Esto último representa cómo un niño percibe desde lo inconsciente colectivo una realidad superior a él, que no puede comprender. A través de toda esta historia, que se desarrolla principalmente hacia atrás, como una cosmogonía, ordena y le da sentido a su presente.
(A través del símbolo del Colmillo Sagrado, prácticamente tiene casi todo para enfrentar la sombra. Sin embargo, para utilizar este poder, necesita enfrentar el germen de su Sombra que sigue reprimida, la culpa por haber destruido a su familia adoptiva y a su amigo Madian).
19.07.2024
Complementa el sueño del 23.02, siendo su madre el ser similar a él. Tiene recuerdos donde pide ayuda sin que nadie lo socorra y de una infancia larga de desamparo en un pantano.
(Se enfatiza el desamparo y abandono muy expresivamente, siendo la herida que mejor explica el tono afectivo principal de su historia y la necesidad de vínculos reparadores).
Cuando es adoptado por Madian y sus padres, le ofrecen un espacio en su casa y una ventana redonda que daba la vista hacia el mar.
(La redondez de la ventana tiene varios significados. Es un tipo de ventana llamado “ojo de pez” en español, que a su vez mira hacia el mar, pero dentro de una familia humana y sensación de plenitud, siendo un simbolismo del Self reconectado con el Ego por primera vez).
Del encuentro con el Emperador del Mar, tras recibir la visión sobre el pasado del mundo, despierta y se encuentra con el espíritu de su madre, que se disculpa con él y luego la perdona, diciendo que ha tenido amigos.
(Esto refleja la consciencia sobre su condición de dolor: hay un conocimiento de que sufre ante el desamparo, la sensación de abandono y la soledad, pero esto puede verlo porque ya ha sido sanado en su aventura. El complejo materno de abandono, a lo largo del proceso, se ha ido debilitando frente al poder del Ego, fortalecido por los vínculos creados. El Grupo Arrecife, el encuentro con Lorian que lo reconcilia con su sombra, la amistad afectuosa y empática con la Olinta/ánima, y el encuentro con el Emperador del Mar que representa el Self, marcan paso a paso el proceso de individuación. Perdonar la ausencia de su madre equivale a dejar ir el dolor vivido. Se está preparando el terreno para el proceso de resurrección del Ego).
Desarrolla el reencuentro con Madian, quien se había vuelto un despiadado capitán pirata consumido por el deseo de venganza. Gerson lucha, pero consumido por la culpa. El espíritu de Lorian posee a Gerson y asume la responsabilidad de haber destruido a todos como Testalon. Lorian se transformó en Testalon por ira y Madian se volvió un cruel pirata por la misma razón.
Ambos luchan hasta que emerge Karkos, el guerrero abisal de la culpa. Madian y Gerson se unen ante el enemigo común. Gerson usa la espada mágica de Madian, que en manos de Gerson irradiaba luz, pero en las de Madián, venganza y oscuridad. Al final, Madián derrama lágrimas de tristeza.
(Antes de crear la historia de Madian, el paciente comentaba con angustia este evento, como una culpa avasalladora en su personaje. Mientras el elemento psíquico no esté simbolizado, la emoción no es manejable por la conciencia. Simbolizar en imagen y lenguaje lo dota de vida y forma. La historia de Madian es la misma que él mismo había sufrido: perder a sus seres queridos y volverse monstruo. Esto es algo que él mismo ha aprendido a aceptar durante su viaje, como bien representa la historia de Lorian-Testalon.
(Aunque toma la forma de un combate, no son enemigos. El combate representa el lado monstruoso de cada uno en equilibrio. Pero lo monstruoso no será trascendido hasta que enfrentan la culpa, representada en Karkos. El Ego ha integrado parcialmente la tragedia de Madian, por lo que puede utilizar su espada, que en sus manos deja de ser oscura, y con ella confronta la culpa. Las lágrimas de Madian representan la catarsis emocional de esta nueva integración a la conciencia.
05.08.2024 (final)
Madian libera la fuerza del colmillo del Emperador. Una voz guía a Gerson, quien libera el agua de Thassa sobre el colmillo, formando un arma llamada “Bidente”, el arma mítica de los campeones del mar.
(En este punto, el Ego concibe la transformación de la apoteosis, recibiendo el objeto mágico del Emperador del Mar, el tesoro del Self, y toma conciencia de su poder, aunque todavía no sabe qué hacer con él).
Testalon invade el puerto pirata con éxito, capturando a Gerson y llevándolo con Rashark. Rashark se revela como un tritón transformado en monstruo por la maldición, pero aceptándola de buena gana. Está en contra de que los campeones como Thassa ahora reinen como dioses tiranos. Presenció con tristeza la historia de Gerson: su madre le pide ayuda para que transfiera su vida al moribundo Gerson. Rashark pide al Rey Leviatan que permita este sacrificio y Gerson se recupera con el sacrificio de su madre. Pero ahora necesita matar a Gerson para recuperar el poder del Rey Leviatán y así revivirlo.
(La conciencia del Ego se encuentra cercana al Self, arquetipo de la integración y la paradoja. Desde él, conciencia y sombra ya no son equiparables a bueno y malo. Reconoce la deuda que tiene con el Rey Leviatán que lo ha revivido, y ahora también con Rashark, que ayudó en ese proceso. El Ego enfrenta un dilema moral, que se expresará como un combate).
Los piratas de Madian apoyan a Gerson y enfrentan las huestes de Rashark. Testalon hiere de gravedad a Gerson, luego Madian da muerte a Testalon. Rashark toma el arma con la sangre de Gerson e invoca al Rey Leviatán. Olinta toma el Bidente y convoca al Emperador del Mar: en medio del caos, se enfrentan ambos dioses, pero el Rey Leviatán tiene la ventaja. Olinta es derrotada y Rashark se hace con el Bidente. En el umbral de la muerte, Gerson escucha a Kirora, que lo motiva a vivir como él elija, con valor y amor por la vida, eludiendo las garras de la muerte.
(Todos los elementos conscientes están en juego apoyando al Ego. Pero él reconoce y acepta que debería morir, eso representa la deuda con el Rey Leviatán. Con la ayuda del ánima, encuentra una forma de “morir” no literalmente, sino a través de un cambio, que él mismo elegiría y llevaría a cabo con el poder que tiene).
Gerson despierta, derrota a Rashark y recupera el Bidente. Con él, transmuta al Rey Leviatán y al Emperador del Mar, que adquieren cada uno rasgos de su enemigo. Cada ser vuelve a su dominio, el orden del mar se restablece, anulando todas las maldiciones, y el Bidente vuelve a despedazarse.
(Este suceso ocurre en el esplendor de la función trascendente, que reconcilia las fuerzas opuestas creando una síntesis compleja. La cosmogonía que le había enseñado el Emperador enseñó al Ego sobre la “Temis”, diosa griega de la ley natural que prima sobre la ley humana. En este orden reconoce a los verdaderos dioses y cómo los mortales usurparon ese poder, causando el desorden. La maldición es una parte de ese desorden. Los seres humanos no tienen la legítima autoridad para elegir por los demás. Cada uno es libre de elegir cómo vivir, sea para bien o para mal. Esto se representa en que ambas serpientes vuelven a ocupar su lugar como dioses, pero más cercanas entre sí, no en conflicto. El verdadero poder de Gerson, del Bi-dente, era conciliar estas dos fuerzas en una).
Gerson nombra a Madian como campeón del océano libre; Lorian lo acompaña dentro de su espada mágica. Gerson regresa a su Casa-tortuga, a su propósito rescatista, acompañado por el amor de Olinta, así como de sus amigos que vendrían a visitarlo.
(En el epílogo, lo que pertenece al inconsciente regresa a él, expresado en Madian y Lorian. Con la Sombra hecha consciente, el Ego transformado y en conexión con su Self puede retomar el propósito que había descubierto y con lo que deseaba más: formar un hogar con amor, amistad y ayudando a los demás.
(Al final de la terapia, el paciente comenta sobre haber vivido la depresión como un “estar apagado del entorno”, vivir como “un autómata”, sin cuestionar nada y repetir estos patrones en un “círculo vicioso”. Después del proceso, comenta tener baja ansiedad ante la vida en general, menor sensación de no tener rumbo, poder estar más en el presente y aceptar las cosas del pasado. Comenta no verse frenado por el miedo y la importancia de mirarse a sí mismo como un guerrero, en el sentido de enfrentar los problemas y buscar activamente el sentido).
Discusión
El personaje del comienzo y el personaje final son proyecciones del estado psicológico en su respectivo momento. Primero refleja el estancamiento en el complejo, pero desde el comienzo genera alivio, desestancando el Ego y enfrentando paulatinamente sus miedos, lo que acaba tratando la depresión.
El arquetipo del héroe, inspirado por los arquetipos fundamentales, ordena la experiencia psíquica. El Ego es testigo de la historia que se le presenta intuitivamente, y luego es el juez de esta historia. Cada victoria le brinda un poco de fuerza al Ego, con la que puede enfrentar después un conflicto mayor. Todo esto sin hablar directamente del conflicto psíquico vivido en su historia personal, sino a través de la metáfora.
Lo narrativo de la mano de lo simbólico abre la puerta a la experiencia directa sobre la vivencia del paciente, creando imágenes vivas con las que todos podemos resonar y aprender. Es decir, parafraseando a James Hillman, es una terapia que crea alma y cultura.
El valor dado a las herramientas proyectivas es cada vez menor. La pretensión de la psicología de ser “científica” la vuelve cada vez más una “neurología” que poco puede decir sobre la vida psíquica. Esto deja nuestra cultura árida de símbolos en los que poder desarrollar el mundo interior, reemplazando los libros y los mitos, por memes y ejercicios para la memoria. Hasta que la psicología no acepte el mito como evidencia empírica de la psique a lo largo de la historia, tampoco comprenderá la importancia de la creatividad para sanar tanto al individuo como a la época actual.